La energía solar representa una opción muy interesante que permite ahorrar en el consumo de la factura eléctrica.
Entre todos los sistemas de energías renovables, la energía solar es una de las más idóneas y fáciles de instalar en viviendas. Hoy en día, representan una solución válida para el ahorro energético, además de ser una opción ecológica y rentable para incrementar el valor de su hogar.
Entre las diferentes opciones que ofrece la energía solar, en una vivienda se pueden aprovechar los siguientes tipos:
Los paneles solares fotovoltaicos permiten obtener energía eléctrica de manera directa.
Los paneles solares térmicos permiten obtener un ahorro en el consumo de energía térmica. Se pueden aprovechar para obtener agua caliente sanitariaACS y para la calefacción.
La energía solar pasiva permite un ahorro de la energía eléctrica convencional mediante la arquitectura bioclimática.
Ahorrar con energía solar fotovoltaica
Un sistema fotovoltaico es un generador de energía capaz de convertir la radiación solar en electricidad mediante el uso de módulos o paneles solares.
Por tanto, gracias a este sistema es posible tanto autoproducir su propia energía. Al mismo tiempo, se puede utilizar el exceso de energía para inyectarla a la red y cobrar a precio de mercado.
El sistema modular de paneles solares instalados en el techo permite satisfacer las necesidades de:
Iluminación.
Producción de agua caliente sanitaria (ACS).
Calefacción de espacios.
Uso de aparatos eléctricos.
La solar fotovoltaica es una planta que puede tener una vida media superior a los 20 años. Durante este periodo es posible recuperar el coste inicial de instalación fotovoltaica.
Entre los beneficios obtenidos destacan:
Menor dificultad para mantener electrodomésticos. El agua caliente producida gracias a los paneles solares está lista para usar ya que está libre de sustancias nocivas como la piedra caliza.
Ahorro en facturas de luz y gas. Gracias a este sistema se puede autoproducir la suficiente energía para las necesidades propias sin utilizar electricidad de la red. De esta forma evitamos altos costes en la factura de la luz.
Las placas solares también aseguran un buen ahorro en la factura del gas, que es un combustible fósil. Si instalamos paneles solares híbridos (térmicos y fotovoltaicos) es posible generar un ahorro en los costos de gas en un 50%. Además, se reducen las emisiones de gases de efecto invernadero.
Incremento de la clase energética del edificio. La instalación de un sistema solar térmico permite incrementar el nivel de eficiencia energética de una propiedad y por tanto su valor en el mercado.
Costes económicos
Los costes asociados se pueden resumir en tres puntos:
Suministro del sistema, es decir , gastos de módulos, conectores, inversores, etc. (un 50% del total);
Costos en la instalación instalación: costos de diseño, instalación y prueba del sistema (cerca del 30% del costo total);
Costos administrativos, es decir, los gastos por trámites de conexión (alrededor del 20% del total).