El primer paso para la proyección de un centro de datos es definir el equipo informático por instalar, pues la cantidad de racks y su distribución deberán contemplar los equipos iniciales y las posibles expansiones futuras. Debe considerarse el número de servidores, equipos de storage, librerías de backup, interruptores de core, etcétera, así como los espacios para nuevos equipos. Una vez decidido, se proyectarán las necesidades espaciales para contar con un diseño y funcionalidad adecuados.
Cuando se tiene consciencia de la cantidad de sistemas que estarán funcionando, es preciso definir las necesidades de enfriamiento. Esta etapa es uno de los pasos más complejos y delicados de diseñar. Equipos con elevados consumos de energía, gran disipación de calor, horas pico de procesamiento y dificultades de instalación de sistemas termomecánicos son algunos de los desafíos a que nos enfrentamos durante el diseño”. Estos desafíos han suscitado el desarrollo de diversos esquemas de enfriamiento para los requerimientos de un centro de datos, que ofrezcan eficiencia en consumo y permitan al sitio trabajar bajo condiciones propicias.
Entre las posibilidades de climatización para un centro de datos, se cuentan los sistemas de refrigeración perimetral, que inyectan aire por debajo del piso falso y se recupera a través del techo; el esquema de refrigeración por hilera, que extrae el calor de los pasillos calientes e inyecta aire frío por delante de los racks, y el esquema de enfriamiento focalizado a filas o gabinetes, que inyectan el aire frío desde la parte superior.
El esquema de aire acondicionado perimetral es el más utilizado. Ha estado en uso durante 30 años. No obstante, su uso depende mucho de las características del centro de datos. Este esquema se emplea cuando se cuenta con una carga de, cuando menos, 5 kW por gabinete. La elección de otro tipo de esquemas depende de si la densidad en el lugar es media o baja, pues entonces es posible focalizar la carga en gabinetes o filas. En general, el esquema perimetral permite reducir las cargas, aunque en la actualidad la tendencia es híbrida para ofrecer mejores soluciones, tanto de desempeño como de cuidado ambiental.
Entonces, lo más adecuado es diseñar un sistema flexible y escalable que permita refrigerar las necesidades actuales y soportar las posibles exigencias a futuro. Asimismo, es preciso establecer el nivel de redundancia deseado, según se agregue equipamiento de backup para la inyección de aire bajo piso o si se elige una refrigeración por hilera para las filas más críticas del data center.
In aspecto importante es ofrecer una solución amigable con el medio, pues no se debe olvidar que los sistemas de refrigeración consumen la mayor parte de la demanda eléctrica en un data center. Resulta entonces relevante el tipo de tecnología seleccionada, ya que esta decisión puede permitir considerables ahorros y optimización del consumo energético.
Cuando se está en posibilidades de diseñar un data center desde cero, las estrategias para minimizar los consumos energéticos son considerables, desde la elección de sistemas que cumplan funciones específicas, esquemas de trabajo con variaciones de carga y de velocidad, o free-cooling, según las necesidades del sitio, sus condiciones de temperatura y en consideración de las horas pico de trabajo; dimensionamiento adecuado de los sistemas, instalación de equipos de última generación con bajo consumo energético, entre otras opciones.