Uno de los mayores problemas a los que se exponen las empresas que emplean Data Center es su bajo rendimiento. El espacio, la energía o la refrigeración del espacio son conceptos a tener en cuenta en la construcción de cualquier CPD. Estos factores perjudican a la correcta transmisión y operatividad de los datos que, cada vez con mayor frecuencia, forman parte de nuestra rutina diaria.
¿Por qué apostar por data center modulares?
Ser sostenible ha dejado de ser una aspiración, para convertirse en una necesidad en todos los niveles sociales y empresariales. De ahí que uno de los factores que más impulsa a las empresas en la toma de decisiones obedece al respeto medioambiental. Éste es uno de los máximos baluartes de los centros de datos modulares, ya que por su disposición impulsar la eficiencia energética, adaptando el espacio a las necesidades TI. Además, los últimos avances tecnológicos están desarrollados para minimizar el impacto medioambiental, mejorar el rendimiento y reducir costes.
Un importante valor para las empresas que, gracias a esta flexibilidad, huyen de la estandarización y para contemplar planes de expansión futura, gracias a sus múltiples opciones de configuración, en función de las necesidades de procesamiento y las limitaciones espaciales.
Al tratarse de soluciones escalables, se convierte en una iniciativa rentable, ya que sólo se adquieren los equipos necesarios para la instalación. Pero también se consigue maximizar el tiempo de actividad de estos sistemas y sus procesos críticos, permitiendo que la infraestructura data center también pueda recibir datos y alertas en tiempo real, tanto de ecosistemas complejos como de centros de trabajo remotos.